sábado, 7 de septiembre de 2013

¿En las buenas y en las malas?

El fútbol, como la vida misma, tiene un sin fin de matices, los cuales nos llevar a realizar actos que pueden ir más allá de la cordura y del raciocinio de cualquier ser humano. Los hinchas somos seres anormales, capaces de abandonar a nuestras familias, hijos, fechas importantes y miles de compromisos con el solo hecho de ver a once jugadores que visten una camiseta blanca que la cruza una diagonal roja, quizás así piense el resto de las personas. El hincha, el real hincha del Curi, es diferente. Jamás dejara a su equipo de lado, jamás callará y dejará de alentar a nuestro equipo cuando vaya perdiendo... 

Se molestará con el que haga lo contrario y no dejara jamás que el Curi sea visita, tal como dice el himno del Liverpool, jamás dejara que el Curi camine solo. 

Estos días se vive en Curicó un extraño fenómeno, el cual ha sido largamente conversado en programas ligados al Curi, tales como MCU y Glorioso Tablón. El hecho de que en los partidos del clausura la asistencia a La Granja no sea mayor a los 1.600 espectadores es preocupante. 

Miles de factores se aducen: el precio de las entradas, el nefasto y descriteriado control policial que se ejerce en controles de galería, que el frío, que el mal juego del equipo, etc. Muchas veces esto es alimentado por el chovinismo y tropicalismo de medios radiales que hacen de la crítica un arma para usar en revanchas personales, ya sea con dirigentes o con el ex cuerpo técnico; también se culpa al horario y así un sin fin de razones (o excusas), todas ellas atendibles pero a la vez también rebatibles.

Han hecho que los simpatizantes del Albirrojo se alejen del recinto de calle Freire notoriamente. Siempre nos hemos jactado de que los curicanos estamos con nuestro equipo en las buenas y en las malas, lo que a la luz de los acontecimientos no es tan así. Muchos se subieron al carro de la victoria el semestre pasado, o quizás fueron por el morbo de vernos bajar el 2012. Sea como sea, ya es hora de que despertemos y dejemos las excusas a un lado. La campaña y la entrega de este equipo merecen un mayor apoyo de la gente en las tribunas, de una mayor recolección de socios y que no solo estemos frente a rivales linajudos como la Universidad Católica. 


Es hora de que demostremos de verdad que los Curicanos si somos diferentes y que ese apelativo no quede solo para 1.600 hinchas de esta temporada, sino para una ciudad que se mueva y vibre por nuestros colores como a mediados de los 2.000. Que todos los curicanos de buena ley volvamos a La Granja, que nos enamoremos nuevamente de nuestra institución, que dejemos la desidia y las excusas de lado y volvamos nuevamente, como dirían Los Jaivas, todos juntos a formar parte de ese Curicó, el Curicó Unido. 

¡Vamos Curi mierda!

D.D.

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