El fútbol femenino, en días en los que la Roja logró su clasificación a los JJ.OO y en que vimos a la U. de Chile estar cerca de ganar la Libertadores, tiene su otra cara de la moneda, quizás la de siempre, esa que es la no visible y la menos luminosa.
El torneo de la B donde está Curicó Unido ya va para su segunda temporada sin competencia. Las malas condiciones históricas del CuriFem comenzaban a "mejorar" cuando llegaban un técnico para cada una de las 2 divisiones, algo que nunca se había dado, pero que está dentro de las condiciones mínimas.
Justo cuando el entusiasmo crecía entre las muchachas que se aprontaban para defender esta camiseta, la pandemia paralizó todo, así hasta hoy. Los técnicos recién llegados fueron acogidos a la Ley de Protección del empleo, para luego ser finiquitado y las niñas quedaron sin entrenamientos. A la salida de Javiera Grez a Colo Colo, se sumó la de Yessi Valenzuela a Fernández Vial, equipo de Primera A y donde podría seguir desarrollándose.
Así es también como en estos días se sumaron las idas de dos más de las integrantes de esa Sub 17 campeona nacional con Damián Muñoz. Antonia Leyton y Camila Vergara fueron tentadas por Deportes Puerto Montt y ya entrenan en el equipo sureño.
El abandono del club y de la ANFP logró desmantelar la rama femenina de la institución demostrando que más allá del oasis de La Roja y la Libertadores, el fútbol femenino sigue siendo de poco interés para quienes lideran el rumbo de este deporte.
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